Antes tenía la esperanza de arreglar las cosas.
Creía que participar en que el bienestar se hiciera común, que la salud mental y física se extendiera, que la bondad intrínseca del alma encontrara su cauce, que el mal fuera comprendido y que los seres humanos integraran los dos polos del imán…, sería una buena respuesta. No sencilla desde luego…
Pero llega un día que uno se encuentra con el mar infinito, el océano irresoluble de daños a cual mayor, que vive en el alma humana. ¿Hay tiempo para soluciones? Eso, parece sugerir un primer avistamiento de la sima sin fondo que habría que resolver, si de veras estás buscando la paz universal… Debe ser cuestión de tiempo.
Y sólo con ese vistazo, comprendes que no es cuestión de tiempo…NI LA ETERNIDAD bastaría, pues hay demasiado viaje por emprender, demasiadas torturas aceptadas, demasiado sadismo, masoquismo y resignación…, hay un exceso aparente de cuanta perversidad uno quiera o sea capaz de imaginar. Tanto que una vida no bastaría para «arreglarlo».
Entonces la salida más inmediata es : Bien. Voy a encargarme de la parte que me toca, de lo mío…Y de nuevo sabes, sientes que tu propio saco de tristezas, incomprensiones, intolerancias, despropósitos, de mal en suma, provocado y padecido es tan inabarcable como aquel otro gigantesco que atañe a la humanidad del que el tuyo forma parte.
Y empiezas una mañana, cualquier mañana y has de vivir.
Dicen en oriente que este es el mundo de la actividad incesante, que en el más simple de los casos hay actividades de las que es imposible librarse como comer, aparearse, o dormir. E incluso si duermes, es una acción que lleva a otra, pues llega el momento de despertar y actuar otra vez.
Entre tanto no puedes evitar que la «máquina» piense. Los pensamientos serán más o menos elaborados, pero estarán, lo cual es una forma pasiva de acción, pero es acción igualmente.
¿Qué hacer? ¿ Cual es la forma más adecuada de proceder de modo que uno barra su territorio y al barrerlo, recicle todo lo considerado basura, mientras simultáneamente estas barriendo la vida colectiva dañada por tantísimo dolor?
Llegados aquí, a este punto del pensamiento y del sentimiento unidos, comprendes que NO ES EL MUNDO quien necesita arreglo, que es uno mismo el que ha de ponerse las «gafas de visión amorosa» y contemplar cuanto desmán haya o imagine como portadores de noticias. Sí. Objetivamente parece haber una causa y parece haber un desenlace, ¿Podemos hablar de objetividad? No. Realmente nadie es objetivo pues nadie contempla desde el mismo punto lo que todos están mirando y viendo. De hecho ninguno contempla la misma realidad. Para cada uno las acciones propias o ajenas surgen desde su haber personal, no desde su percepción del otro, lo que en ningún caso es percibido de forma idéntica.
Ayer una ingente cantidad de neumáticos fue prendida en llamas según parece. Desde el centro de España una columna de humo visible a kilómetros del suceso, se eleva inmisericorde hacia el cielo, prometiendo envenenar toda la vida a su paso, amenazando a cuantos respiren ese aire tóxico que el viento expande sin miedo hacia donde quiera, pudiendo llegar al mar Mediterráneo.
Se puede calcular la cantidad de minerales, gases, la distancia a que llegará teniendo en cuenta los vientos y su movimiento conocido…Es decir lo material podemos objetivarlo. Pero…¿Podemos medir la desesperación de quienes vivían al lado del suceso al abandonar sus casas, la sensación de precariedad que sienten, cómo percibieron la amenaza enfermos, niños, sus familiares…, las personas que intentaban frenar la desgracia? Hay tantas formas de reacción ante un hecho como este como personas tengan noticia de él. Y lo importante es cómo captarán este hecho y de qué manera servirá para que su corazón se abra y entiendan que es un hecho más, ni bueno ni malo, un hecho abierto a que desde lo profundo de sus corazones acepten la vida y la muerte, los cambios y lo que nunca cambia, lo que duerme bajo la conciencia de quien cree que sabe lo que juzga y por qué condena y tan solo ignora quién es.
Este hecho, ni siquiera de los más graves que suceden, trae una noticia: SOY. Es. Todo es y alguien lo vive. ¡Ya está! Sólo eso. Vivirlo conscientemente sería darse cuenta, Sólo eso…, sin echar culpas, sin emitir veredictos ejemplarizantes, sin querer modificar lo que ya no puede modificarse porque ha pasado.
No podemos arreglar nada. Esa es a la conclusión que he llegado. Miento: SI PUEDO MODIFICAR ALGO. Ese algo es, cómo siento acerca de lo que hay. Lo que hubo. Lo que habrá.
En el mundo cada pequeño o gran acto no es fortuito, ni casual. Todos están entrelazados entre sí, como lo demuestra esa teoría de que el batir de alas de una mariposa en el extremo de Asia puede provocar un huracán en el caribe.
Y esto que es cierto a nivel físico lo es también a nivel psicológico. Hay unas pruebas sorprendentes a este respecto, realizadas en el ejército de Estados Unidos. Consistía en citar a dos individuos que no se conocían. Sólo sabían que participarían en un experimento. Ambos vivían en todos los casos que fueron cientos, en lugares tan lejanos entre sí como Madrid de París. Eran sometidos al mismo tiempo en esos lugares a encefalogramas. Pero a uno, sólo le conectaban los electrodos. Al otro le hacían realmente el encefalograma. Y para sorpresa de los científicos que hacían las pruebas, los gráficos de ambos eran idénticos. ¿Cómo era posible? Las agujitas se movían a la par como resultado de las frecuencias cerebrales de dos personas que jamás se habían visto, ni se verían, uno veía luces, flashes, el otro no, pero ambos reaccionaban como si fueran el mismo. Repetían la prueba porque no tenía sentido. ¿No somos islas separadas unos de otros? ¿Cómo pues ambos, una y otra vez daban encefalogramas idénticos?
TODO ESTA ENTRELAZADO DE UN MODO QUE SE NOS ESCAPA, que mentalmente parece imposible, pero la verdad es que somos EL MISMO.
Para muestra este botón. La foto que hay bajo este texto está tomada en Madrid. La distancia del lugar (Seseña, provincia de Toledo) a la capital de España es de 42 Km. ¿No afecta a los ya de por sí contaminados cielos de Madrid esta expansión de gases llevada por el viento?
Y si eso es así, si todo lo ocurrido al hombre desde sus albores permanece almacenado en un lugar intangible que Carl G. Jung llamo inconsciente colectivo…¿Puedo yo creer que puedo «barrer y reciclar mentalmente » cuanto mal ha sido creado y experimentado?
Sólo se me ocurre un camino. Puedo elevarme sobre mí y sentir mi complejidad. Hay tanta diversidad, hay tantos personajes desarrollando esta película y una tan convincente apariencia de separación entre individuos, que habré de hacer un acto sincero de reconciliación con TODO. Todo fue, es y será bueno porque sirvió a un propósito que no me es dado conocer desde mi personaje. Sí. Porque bueno es todo cuanto me hace entender que soy UNO y si no puedo «arreglar nada»…¿No será que no tiene arreglo porque debe ser como es y despertar las conciencias en busca del sentimiento de unidad?
Yo soy quien prendió fuego a los neumáticos. Soy quien salió corriendo de las viviendas cercanas atemorizado. La policía que actuó sacándolos y alertándolos. Soy la indolente masa de políticos que permitió ese basurero infame y no hizo nada por evitar que fuese el más grande e ilegal cementerio de goma negra de Europa. Soy el niño de mi clase asustado por si se envenenaba al volver a casa…Y cuantos opinan como opinen ante este acto que llama mucho nuestra atención. SOY TODOS. Estas cosas volverán a ocurrir. De hecho no es la primera vez en nuestro país…¿Entonces? ¿Hay que evitarlo? Desde luego está genial tomar medidas. Habrá responsabilidades que algunos pagarán con la cárcel…Pero en unos meses, esto que hoy nos impacta, no impedirá que volvamos a nuestros sillones a ver la tele más o menos tranquilos. ¿No sucedió con el 11-S y con el atentado contra los trenes de Madrid, no ha sucedido con los atentados de París y tantos y tantos hechos trenmendos?
No. El mundo no va a cambiar porque es un escenario de pruebas preparadas para reconocer lo que somos, que lo que llamamos mal ES en nosotros, porque existe y sale a la luz una y otra vez. No se trata de sentirnos abominables, sino de saber QUÉ SOMOS. Lo que vemos es lo que hay y si alguien lo es, lo somos todos. Unos serán actores secundarios o extras en la acción, pero todos somos parte, porque nada ocurrido o por ocurrir nos es ajeno. Yo seré la egoísta, pero todos experimentamos lo saquemos afuera o no, ese mismo egoísmo. Y quien dice egoísmo, dice cualquier cualidad denostada…
Ahora viene el » Y ENTONCES QUÉ». Porque el día no ha acabado y es previsible que haya un mañana. Y yo deberé seguir actuando, haciendo…Entonces, mientras viva, cada acto será para mí sagrado, por terribles, duras o espantosas que sus consecuencias sean, por profunda que sea la huella que deje. Y el día que muera me quitaré el personaje. Como si de un vestido se tratase, me quedaré desnuda y ante lo que siempre fui, reconoceré que bajo la negra capa de los personajes mas perversos del mundo sólo hay una demostración de lo que hay también en el polo negativo del imán que soy.
No. Ya no quiero arreglar el mundo. Ni siquiera arreglarme yo. Quiero sentirme UNO con cada brizna de existencia de la que tenga noticia y con todo lo que ignoro, solo quiero vivir la aceptación incondicional. Aceptaré mi rabia. Aceptaré mi competitividad. Aceptaré mi cerrazón. Aceptaré mi orgullo, aceptaré que soy un cúmulo de sensaciones y sentimientos sin control y aceptaré lo que cualquiera de mis semejantes haga o me haga. Sé que tras esta aceptación llega la unión. Sé que sentir esto me alivia y pacifica mi alma. Sé que esta noche dormiré nada más poner la cabeza en mi almohada, porque no hay nada ajeno bajo el sol. Así lo haré hasta que mi corazón de por concluida mi vida aquí y pueda verme como soy:
UN ESPÍRITU INFINITO Y ETERNO, QUE DESCENDIÓ HASTA LO MÁS DENSO DE SÍ MISMO PARA CONOCERSE EN TODA SU EXTENSIÓN.
Y habiendo visto una parte de mí, veré como veo hoy su perfección. Perfecto no es lo que cumple las reglas de una sociedad, sino lo que tiene una función y la desarrolla cumplidamente.