Tendría yo 10 años cuando me pidieron que pintase la felicidad. ¿Y sabéis qué pinte? ¡¡Una tarta rosa con 10 velas!!

De niña días antes de mi cumple se lo decía a todos y mi enorme disfrute era iniciar el día con felicitaciones y como si fuera tesoros, recopilar cuantas más mejor. He organizado siempre acontecimientos en torno a este día. Desde llenar mi casa que parecía el metro en hora punta, hasta hacer teatro o vivirlo muy intensamente en privado. Pero en los dos o tres últimos años casi me parece superfluo en espectáculo.

De hecho hace unos días pensaba que si pudiera saltaría del 21 al 23 sin más en el calendario…

Sin embargo hoy me han llovido los testimonios de cariño de gente cercana y no tanto.Y me he emocionado. Mi personaje cumple exactamente cincuenta y nueve otoños hoy y creo que es buen momento para agradecer a tantos, a todos su presencia en mi vida.

 

                               ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡     G   R   A  C    I   A   S   !!!!!!!!!!!!!!!!

 

 

A los que me pusieron la zancadilla porque sin ese traspiés seguramente no hubiera tomado conciencia de que había aun mucho por amar. A los que me iluminaron por tanta alegría interior inexplicable. A los que les fui indiferente porque hace falta conocer qué es uno y eso ayuda. A los que me amaron porque sin su amor yo me hubiese muerto ya. A los que aun viven cerca  o lejos y siento su amor, porque me sostiene saberlos VIVOS y colaborando a que mi corazón comprenda que somos el mismo con distinto ropaje.

A los muertos que me precedieron con la misma sangre, porque me dan la oportunidad de hacer yo lo que ellos no pudieron hacer y mis éxitos son suyos. Y de entre ellos los más íntimamente relacionados conmigo, porque mi persona es como es por sus actos, por sus alabanzas y sus reproches, por aquellos besos y caricias, por cuando me dieron y me quitaron.

La cara de mi hijo Juan nunca tendrá arrugas. Siempre será un hombre a medio acabar. La mía que le sobrevive, lleva sus arrugas unidas a las mías, pues puedo ser la vida que él dejó atrás.

La vida difícil a que me obligué por no comprender a mi esposo antes, sigue hoy gozosa y en sueños hacemos aun el amor.

No se han ido como tampoco mis dos progenitores, dos seres inmensos, sin los que mis singularidades habrían cambiado y tal vez me habría hundido.

Guardo especial cariño a esos maestros que soportaron mis locuras de niña ingenua e impertinente, curiosa y egoísta que les absorbía y exprimía en busca de entender que la vida es un impulso que se posa un instante de años en uno.

Esos compañeros de día a día que amé como amigos y los que nunca supe que amaba, también colaboraron a hacer de mi personaje lo que hoy sencilla, pero orgullosa y satisfecha, soy.

Y en verdad vecinos amados y odiados, gente con la que en la calle no crucé ni una sonrisa, los del periódico y los de la tele…EL MUNDO en fin que llamo MI MUNDO, recibe hoy mi bendición y gratitud, pues por ellos me miro unida a todos y han hecho crecer la persona que muestro.

Si algo es seguro ahora para mi, es que nada es tan largo que no mude, que no desaparezca, que el instante desagradable a veces se esfuma y realmente brilla el sol dentro.

Dicen en Oriente que la vida es juego, una obra de teatro, una película a la que nos atamos y en ello reside el dolor. No vivimos como el río que nunca es igual, aun si el agua de la tierra sigue siendo la misma siempre. Cuando algo nos gusta tememos perderlo, olvidando que un segundo en tu corazón y es para siempre, a penas cierres los ojos.

La vida aparenta hacerse de espacios y tiempos inútiles, pero siento que cada milisegundo es valioso, que hace su huella y las huellas hacen camino. Un camino que nadie ve, que solo uno siente, uno que como Machado decía es una serie de estelas en la mar. No obstante ese camino que el alma confirma, dice que hay un porqué y un para qué en cada paso, en cada sendero.

En ocasiones la cabeza en exceso encendida impide sentir, aislar efectos, fenómenos que entre sí relacionados provocan cambios, y cambios que van haciéndote más tolerante, menos rígido. Y cuando lo ves, te partes de risa de la importancia que diste a esas cuitas que no te dejaron dormir…¡¡Que horrible pueden verse las cosas en la noche, que nunca son tan graves a la luz del día..!!

Y sin embargo hay que saborear todos los gustos, desde el más amargo al ácido, desde el salobre hasta el más dulce…

 

 

La bebé que fui, la niña y la adolescente, la joven y la anciana caminan conmigo a mi paso. Soy todas ellas y en todas ellas me complazco.

No se puede amar lo desconocido, lo desconocido asusta…¡¡Es bueno tocarlo todo, verlo todo, olerlo todo y darse cuenta de que nada te amenaza, nada puede hundirte, salvo que tu le des cuerpo y lo consientas!!. Y aun así, desde el profundo pozo uno puede subir al Paraíso, a veces en un momento.

La mente que te confunde, también te explica. El corazón que llora, es lo que te trae el gozo.

Y a base de vivir sin quitar ni un sólo día de los pasados, abierto ya a los que aun vendrán, concluyes sintiendo lo adecuado de cada pasito dado, de cada pasito evitado, de cada idea, pensamiento, sensación, percepción, emoción o sentimiento que te han traído hasta un hoy al que no renuncio y un mañana que se anuncia.

Muy al contrario. Siento que soy todos ellos y por ellos siento a la gente mía.

Miro nuestro mundo. Lo juzgamos imperfecto porque queremos verlo concluido. ¡¡¡QUË FÄCIL es imaginarlo bello, completo, perfecto!!!   ¡¡¡¡Y que impacientes somos!!!!.

Nada que valga la pena se hizo en un momento. Lo pensado no está hecho y lo que se hace lleva sus fases. Una fase parece fea, otra bonita y si juzgamos a medias, el mundo nunca nos parecerá grande, maravilloso. Suelo decir que si una madre pudiese ver lo que su vientre lleva un par de semanas después de concebido, al ver al monstruo que su carne porta, se negaría a tenerlo y llamarlo «hijo/a mío/a. Y sin embargo tampoco cuando miras al bebé inocente y suave en tus brazos está terminado…

Sería conveniente mantenerse en espera siempre, dando en la ficha  mental de cada cosa o ser tan sólo una pincelada, sin terminar de sentenciar aquello, pues uno ignora su momento, ese en que podrá decir: CONCLUIDO.

Así este mundo que a tantos asusta, este clima cambiante, esas interminables guerras, las fraticidas y las otras, fraticidas también pues todos somos hijos de la Vida y por ello hermanos, sería justo no juzgarlo. SE SIGUE HACIENDO HOY. El mundo es un feto en crecimiento y no hay que tirarse de los pelos por su aspecto.

Yo hoy puedo mirar un periodo completo.Cincuenta y nueve años. Mañana ya no será un periodo completo, serán cincuenta y nueve más horas, horas del año sesenta que concluirá en un año. Si me juzgo hoy, el resultado será inexacto, será pobre, pues aun faltan horas por existir y por aceptado y bendecido que sea este tiempo por mí, no ha terminado.

 

 

 

El material de que tanto el mundo como nosotros estamos hechos es divino, tiene un potencial bestial y los juicios desaprobatorios no le hacen ningún favor.

Hay un POR QUÉ. Hay un PARA QUÉ. ¿Porqué? …Porque todo lo que puede ser ha de existir y comprobarse en la dimensión material. ¿Para qué?…Porque somos un sólo ser de millones y millones de caras, que si no se muestran, serán un enigma y no podremos vivir con ellas. Y ante todo porque el juicio de condena que sobre una parte de nosotros y del mundo pesa, SOBRA.

¡Claro que no es fácil entenderlo…!¡¡Si estamos cargaditos de ideas fijas que damos por correctas!!

Somos un material VIVO y lo vivo cambia, lo raro es encontrar algo estable.

En el fondo sólo es estable que hay VIDA. Pero dentro de ella lo suyo es evolucionar y por eso lo rígido, lo estático es un inconveniente.

Cuantas leyes se encriptan, se potencian como válidas, son lastres que soltar. Y creer que algo o alguien es fundamental es una piedra en el ojo, que impide ver la luz.

La Biblia nos dice ser de barro. Buen símil. ¿Hay muchas cosas tan inestables? Pero ser inestable no es ser un error, sino que demuestra cuantísima capacidad de tomar formas tenemos. Y no hay que asustarse. TODO VALE de alguna manera.

Eso es lo que estos 59 tacos me han enseñado y os lo cuento.

G R A C I A S por estar ahí.

Aun si no nos conocemos, vuestro aliento al leerme, me da VIDA.