¡¡¡MUY IMPORTANTE!!! (1)

Hay una verdad por descubrir que fastidia nuestra vida , por decirlo suavemente, que comúnmente desconocemos. No hablo de esto por primera vez y no sera la última, pero quiero intentar desmenuzar la información que tengo para que en primer lugar a mí,  quizás a otros les sirva y nos libere de muchos malos tragos…

NO SE TRATA DE CAMBIAR. Ni  de tomar cualquier imagen que nos admira, ni si quiera de cambiar el mundo, o mi pequeño mundo. NO VAN LOS TIROS POR AHÍ.

SOMOS UN COMPLETO, un paquete donde todo está contenido, pero de él sólo se hacen visibles ciertas partes. Hay razones para ello, pero no ahondaré hoy en ello.

Al crecer nos identificamos con el cuerpo y con las ideas que se han ido construyendo en nuestra mente al hilo de la vida y las formas particulares de reaccionar a ella. Te miras al espejo y te dices: Esa/e soy yo. Sientes, piensas y crees que esos son tus sentimientos y tus pensamientos. Incluso en la intimidad dices:» Es que yo soy…yo creo…», no importa qué. Lo que cuenta es que estamos convencidos de que estamos expresando nuestra verdad.

Sin embargo la psicología cuenta que ni la imagen que vemos en el espejo es real, ni los sentimientos y pensamientos son auténticamente propios. Dice que la visión está alterada por las creencias, p. ej. una anoréxica se ve gorda por más que esté esquelética…, este sería un caso extremo…Y también dice, que entre lo genético que es herencia y lo adquirido en la convivencia, que es prestado, la mayoría de lo conozco de mí mismo es una ínfima parte de lo que realmente soy.

Lo que creo conocer de mi no es falso, es que ver una foto de la selva no es conocerla. ¡¡Es tan pobre la imagen…!! La versión de mi misma con que me identifico se basa en elementos de juicio, que no dan la dimensión real de mí. Y prácticamente todos funcionamos con esa escasa idea de uno…No es extraño que actuemos como lo hacemos, que nos coma el miedo y la duda, la ansiedad o la angustia.

De la mente se sabe poco…Ni la psiquiatría sabe realmente los POR QUÉS…Sólo que la experiencia  ha mostrado que determinados fármacos actúan y a veces funcionan.

Un ser humano es un pozo sin fondo. Sólo conoce de ese pozo lo que sobresale del suelo, pero pocas veces se sumerge en él, como mucho saca agua. Es decir: Hay una parte consciente diminuta en verdad y una parte muchísimo mayor inconsciente.

No hay error en ello, porque nuestra supervivencia depende de que ese INCONSCIENTE exista, guarde en él aquello con lo que no podríamos convivir. De hecho, cuanto no resolvemos lo metemos cada noche allí. El dolor, la incertidumbre, las pérdidas insufribles, las que creemos carencias nuestras, lo que registramos como errores imposibles de sobrellevar…Eso queda tras el velo del olvido. Nadie puede vivir en perpetuo estado de alarma, ni moverse con pesos que duelen tanto que nos dejan inapetentes, devastados. La vida no se para. Así que el tiempo parece «curar» esas heridas purulentas y uno cree que ha superado fases del pasado que dejan de ser tan lacerantes.

No obstante: NADA HAY OCULTO, QUE NO VAYA A DESVELARSE.La frase se atribuye a Jesús.

Digamos que uno puede arrastrar lo olvidado, dejar de tenerlo a la vista, pero lo que nadie puede es ser feliz con fantasmas en el armario.

El aspecto de esos fantasmas resulta distinto en sucesivas salidas y se tarda un tanto en detectar que realmente sigue destilando pus, sólo que si aquella vez el «agresor» fue un pariente muy cercano, hoy es alguien también cercano, pero no ser un familiar…O es un familiar de distinto grado, un vecino, o la atmósfera social, física o espiritual que nos rodea. La vida es muy cabezota y no da vía libre hasta que AQUELLO es comprendido y asimilado como una ventaja, en vez de como una bofetada al alma. Así pues te presenta el mismo acto una y otra vez disfrazado, hasta que repercute tanto que necesitas hacer historia y llegar al origen.

Hay quien se las arregla para acolcharse y casi nunca lo siente. Pero la vida, no ceja. Busca cómo recordarte tu pozo por examinar y por bendecir, o lo que es lo mismo, ver la conveniencia de acuerdo al objetivo que uno trae para desarrollar. Algunos mueren sintiendo que su vida ha sido un fraude, inútil…Muchos ancianos se van creyendo que no ha servido su paso por esta tierra para nada…

Había una canción que decía: «Hay que doler de la vida hasta creer que tiene que llover a cántaros».  Yo la cantaba con desesperación, con un entusiasmo bárbaro, aun sin entenderla. No es que lluvia alguna haya de limpiar nada, porque nada es o está sucio. Pero si yo lo creo, necesitaré el agua, el sentimiento, el corazón para ponerlo con toda mi alma y descubrir que siempre fue bello, limpio y bueno. No de acuerdo a las ideas del mundo, pero sí bueno pues gracias a ello crecí, comprendí y pude amar y amarme.

Todo gira en verdad sobre cómo yo siento las cosas y las ideas que construyo sobre mi forma de sentir. No hay pena pequeña, ni dolor insustancial. Mi sentimiento marca la vivencia y mi experiencia. Nadie puede cambiar eso, mientras no entre en el pozo y descubra por qué mi vida no me gusta, por qué nunca soy plenamente dichoso/a. Y desde luego nada de carácter material podrá satisfacer la sed de amor que hay en cada ser humano. Ni si quiera una mascota adorable, puede.

¿Y qué es ese pozo?

Miles de personas, en algún momento, han tenido al menos un atisbo de la grandeza que hay escondida en ese pozo. Es grande porque abarca la historia entera del cosmos, grande porque da la magnitud real de lo que somos. Y grande, porque te informa de que lo que ves no es lo que hay, que en verdad existe la infinitud y la paz y el amor sin condición alguna.

Pero hacer propia esa dimensión del ser requiere entrar con decisión firme hasta donde el pozo llegue y el pozo parece oscuro y asusta. Por eso relegamos la bajada al pozo, nos parapetemos en lo cotidiano, en el deporte, el ocio divertido, la lectura impenitente, la moda, las compras compulsivas, los viajes, o las enfermedades, las drogas, los apegos, las quejas y la parcial aceptación sobre que «la vida es así».

Cada uno tiene un punto de aguante y espera cuanto haya hacerlo hasta que un día, harto de frustraciones va a por todas, se arriesga a penetrar esa oscuridad y desciende al pozo. Llega el BASTA YA.

¿Has llegado ahí? Yo llegué y decidí abrirme a lo desconocido, a revisar cada aspecto de mí decidida a poner orden, o lo que es igual, a aceptar que ocurrió para mi bien.

Al principio da la impresión de que desde fuera te atan, te cortan las alas. Identificas al que es responsable aparente y le señalas como NO AMIGO, o enemigo directamente.

Las cosas suceden de afuera a dentro  y uno busca culpables. Son «ellos» los que te ponen la bota encima y no te dejan levantar cabeza. Así parece y lo creemos a pies juntillas.

Tus padres no te permiten…Tus hermanos te roban el cariño, o la oportunidad… El profesor te tiene manía… A ese amigo no le caes bien… Tu jefe no te trata como mereces…Tu pareja no es justa, o se duerme…El trabajo no te satisface, tu casa no es como la soñabas…Es lo externo lo que parece fallar.

Pero la vida, cabezota, si has decidido hallar las razones, buscar el origen, pedir explicaciones, de verdad, con toda el alma, SIEMPRE te trae gente que va a darte respuestas. A veces será un desconocido, otras alguien muy estimado pero con el que no convives…, quizá te topes con un ser sabio…A eso es a lo que la filosofía llama EL MAESTRO.

Hay un dicho: » Cuando el discípulo está preparado, el maestro aparece». No obstante esa es la punta del hilo. El ovillo tiene mucho hilo y es largo. El maestro te dará noticias, puede desconcertarte. Lo que no hará es vivir tu vida. Para eso estás tú. Esas noticias confirmarán lo que siempre supiste. Hay mucho más y mucho mejor por delante. LA VIDA después de todo, no «es así».

Aunque si una vez vislumbrada la luz quieres hacerla tuya, hay algunas cosas que no puedes obviar.

El maestro dice: La vida es maravillosa. Es AMOR puro. Es unión y emoción bellísima…La paz es posible…Y tú quieres eso para ti. ¡¡Quién no!! Lo que no te queda claro es cómo puedes sentir eso de forma continua.

Hay quien inicia la búsqueda y confunde conocimiento, con experiencia vital. Conozco mucha gente que ha hecho cursos de auto ayuda para aburrir. Practican Reiki, o meditación, o reflexología, o yoga, o han hecho muchos cursos famosos ya…Algunos creen que ya están en el camino, se sienten bien y buenos y la vida les recuerda que bajar al pozo no es sacar agua de él, sino sumergirse hasta dentro.

De nuevo la pregunta:

¿¿QUÉ ES EL POZO??

El pozo eres tu, pero contemplado con sinceridad y deseo de amarte. El pozo es también el mundo, pero no juzgado bajo los principios que aprendiste, sino mirado con una profunda y vital necesidad de ser amado, sin peros.

¿Cómo amar lo odiado?

Ahí reside la clave.Soy un completo del que desconozco la mayor parte, lo cual no quiere decir que no viva en mí.

Decir «soy un todo» significa, que cualquier cosa que intuyo o veo está también en mí, con  lo que ni intuyo, ni veo. Un ejemplo: La estatura. En mi pozo están todas las medidas posibles. Desde el gigante desgarbado, al enano más chiquitín.

Al nacer escoges una estatura. No es posible tener un cuerpo que mida dos metros y metro y medio. La materialización exige decidirse por un personaje concreto. Vale. Mido 1,70 m., aunque el resto de medidas se ocultan en mí inconsciente. Me cuadra mi estatura e insensiblemente, no me gustaría medir medio metro, o ser descomunal. De hecho voy más lejos. A los que miden por debajo o por encima los «miro despreciativamente»,  por envidia, o por que me parecen feos. En otras palabras:

MATERIALIZAR UNA OPCIÓN conlleva el desprecio de todas las demás posibles. La sociedad nos barniza con educación y al enano o al gigante le miraré con «lástima», creeré que es digno de compasión.Pero en lo profundo, si soy honesto, le maldigo. No maldices estilo bruja…No. Pero no querría ser él/ella en modo alguno y ni que mis hijos sean como ellos. Su condición es sentida como un error de esos, que en el mejor de los casos uno no entiende. «Mal decir» es DECIR MAL y si digo no quiero ser así es porque me parece un mal serlo.

Si uno es honesto, cuanto cree ser es lo mejor. Lo otro es «maldito». Es cierto que uno descubre en si cualidades que la sociedad no aplaude y a eso llamamos defectos. Se nos llena la boca con : NADIE ES PERFECTO. Quedamos cubiertos…

 

 

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