Ni seguramente soy quien, ni se trata de que mi voz llegue hasta los confines de la tierra o sería en vez de profe, un periodista con talento y mucha voz.
Pero desde mis posibilidades, sí quiero hoy sentirme madre de la tierra y pedir a mis hijos paz y por mis hijos, al DIOS que siento, por si eso funciona y se derrama un pelín de sensatez en vez de tanta testosterona y se dejan de medir los penes a ver quien la tiene más larga…, luz, mucha luz.
Es que están tan encerrados en sus despachos, tan ajenos a la luz del día y tan confortados por aquello de que nos representan… Y puede que el día de votar sí. Pero no todo lo que hacen representa a sus votantes, del lado que voten, que eso viene siendo lo mismo…
He tenido la satisfacción de oír lo que se dice en el parlamento, dicho por señoras, no tíos, y suena de otra forma.
Y no es que no vea los inconvenientes que tenemos las mujeres, que puestas a sibilinas, ojito, ojito. ¡Pueden, podemos ser peligrosas más que ellos!
Pero hete aquí que los conflictos armados son cosa de chicos, no de chicas.
Será que una lleva un bebé nueve meses y no quiere que le maten al hijo por unos centímetros mas o menos de pene y si se trata del hijo de otra, tampoco quiere que lo maten, ni que le empujen si quiera.
Es irresoluble un conflicto cuando las partes que negocian se ponen gallito y no dan ni un ápice su brazo a torcer.
A mi la situación de quienes no quieren dejar de ser y sentirse ESPAÑA, me parece igual de dramática que la de los que quieren ser Catalunya y nunca les han permitido serlo.
No tengo la respuesta… Sólo ellos, los que se están confrontando la pueden tener.
Pero no se encontrará del lado de los derechos de una u otra parte. Porque si unos creen tener el «derecho a» y otros creen lo mismo, los derechos van a dar una tortilla de huevos fritos dolorosa para ellos y lo que es más grave:
PARA TODOS.
Sí. Para todos.
Este mundo actual tan globalizado, y lo está, no puede evitar que nos salpique a todos de uno u otro modo lo que a alguien le ocurre.
Lo del mundo global no son palabras ya.
GLOBAL quiere decir relacionado entre sí hasta extremos increíbles.
Nuestra vida práctica esta llenita de consecuencias prácticas debidas a esa globalidad. Hoy ya no puede haber anacoretas, ni náufragos perdidos en una isla sin noticias…
Hay, como siempre, quien ve a su vecino como le cortan las barbas y cree en su insensata estupidez, que a él no se las van a cortar….¡HASTA QUE LE LLEGA SU TURNO!
Y hoy en día cosas que no parecen estar relacionadas entre sí, son consecuencia de que nos creamos que vamos en un barco ajenos al océano hostil. No hay barco tan bien hecho que no pueda ser bombardeado, ni individualidad tan sólida, que no resulte afectada.
SER HUMANIDAD significa que lo de otro hombre es mío.
Yo por ejemplo ni soy China, ni tengo en principio lazo alguno con esa tierra que admiro profundamente. Un día tranquilita en casa, tuve la desgracia de ver un documental sobre lo que se hacía (no se si aun se hace) en China con las niñas, cuando les dio por controlar la natalidad y como allí se sobre valora al varón, todos querían hijos. No niñas. Cabe preguntarse qué iba a pasar con el prolífico pueblo chino, si solo se gestaban varones. Por sobre valorar tener hijos y sólo uno, mandando a la basura, cuando no a unos mal llamados horfelinatos a inocentes pequeñinas que se auto destrozaban en el más mísero de los abandonos, se olvidó que solos los chicos se reproducen mal. ¡Mira tú! No lo había pensado. ¡Así ellos solitos dejarían de ser la amenaza que el mundo teme! ¡Pero han cambiado, a Dios gracias!
Volviendo a lo que decía: sentadita en mi sofá me dispuse a ver tele y ya no pude cambiar de canal ni dejar de llorar, porque eran mis hijitas esas pobres criaturitas que nadie trataba sino a golpes y es literal.
¿Qué hice por ellas? ¿Qué podía hacer? Adoptar otro hijo no podía ser. Separada y sin recursos…¿cómo?
Pero a lo que voy es a que algo tan distante de mi realidad me llegó y me partió el alma.
Yo puedo hoy pensar que allá los catalanes, deseosos o no de ser España, con sus cuestiones, sus manifestaciones y sus conflictos. PUEDO.
Pero aunque sólo fuera egoístamente, ese cava que compro cada año en Navidad… ¿ Podré seguir comprándolo sin que me cueste un ojo de la cara?
Mucho más profundo. ¿Qué sentiré la próxima vez que pongan en la tele al príncipe Felipe enarbolando la bandera de España en Barcelona, durante la apertura de los juegos olímpicos? ¿ Me cagaré en sus muertos, sufriré porque se fueron y se rompió mi patria chica?
Aun mas dentro.
¿Qué podré hacer si mis amigos catalanes de uno y otro bando sufren para aliviar su dolor cuando unos se fuesen sin nada fuera, u otros vieran lo difícil que es después de tirarse un órdago, componer un país y que funcione con tanto choricete como les dirige, que no se van a ir, porque intentarán seguir apropiándose de lo ajeno, aun si ahora ya es de los suyos?
Además…, y ya me pongo trascendental.
Jesús mi amigo y amado maestro, decía que amar, había que amar a su estilo. Es decir cual madre que comprende todos los pros y contras de sus hijos y los quiere a pesar de eso. » Como yo os he amado».
A mi eso me dice que no puedo tomar partido, que estaré de ambos lados para que les entre un pelín de lucidez y mañana no salgamos en los noticieros del mundo como un país de cafres, con tanques por las calles, policías a porrazo partido y gente acobardada en sus casas, o con los cuellos rotos por la acera.
¡¡A ver si no necesitamos ni de yihadistas para llenar las ramblas de muerte y dolor!!
Os ruego a todos que pidáis a lo más sagrado para cada uno, que les llegue un poco de comprensión a todos y puedan sentarse a hablar.
Los catalanes son ordenados, trabajadores, civilizados.
Ayudemos con nuestra intención virtual, a que los corazones femeninos y masculinos de esta tierra de nuestro planeta no lleguen a la violencia.
¡¡¡¡CATALUNYA TE AMOOOOOOO!!!