Eres mucho más de lo que ves y crees ser.

De siempre intenté siento una particular impotencia: el dolor que me causaban como ningún otro, la injusticia, la tortura, la crueldad humana y la opresión sobre el débil…¿Cómo podemos provocar TANTO DAÑO?

No es preciso sufrirlo en propia piel la barbarie, el oprobio y el escarnio que conlleva el mal, para que el corazón se ahogue…

De niña miraba a Dios, siempre fuera de mi y en Él confié con una fe anclada en mi alma. Otros podrían negarle. Yo no. Lo sentía vivo como una presencia junto a mí aun sin verla directamente. Además mi Dios era un dios bueno.

Solo podía ser bondadoso. Fuera de Él caía la maldad con sus infinitos tonos y colores… Sin embargo algo muy íntimo me decía que Él, pues entonces tenía género y era masculino, no era culpable de cuanto yo sentía inadecuado, impropio de la Vida eterna donde me decían que vivía.

Y fui creciendo enganchada al icono de un dios barbado, ancianísimo, de gesto amable, habitante de espacios donde mi pecador ser no osaba transitar… Pero veía soluciones. ¡Vi tantas a nuestro mundo lleno de dolor…! Mi joven mente veía con nitidez los medios, procedimientos, y herramientas para acabar con el sufrimiento…, no hace falta inteligencia, sino un poquitín de generosidad y buena voluntad… Lo veía tan claro…

¿¿POR QUÉ LA DISENSIÓN, LLEVA A LA GUERRA; EL EGOÍSMO LA PRORROGA Y EL «SER MÁS QUE TÚ» VUELVE A PRESENTAR ARMAS Y CUANTO LAS CONTIENDAS CONLLEVAN?

La miseria puebla el mundo. Seres humanos, viejos o jóvenes, niños incluso, viven en zonas aplastados por las bombas, la miseria. A penas sobreviven. Vivir es el reto. La muerte les sobrevuela, una muerte que amenaza con llevarse a todos los supervivientes. La escasez se vuelve muerte…

¿¿Y esto una y otra vez, en cualquier periodo histórico, cualquier espacio actual , cual siniestra tómbola que devasta zonas de por sí ya precarias??

Y donde no hay guerra abierta también habita la muerte, el temor a la dicha, el peso del «qué dirán» y la gente, sobre todo la herida se arrastra por la monotonía de días sin fin, esperando que al fin, un gesto piadoso del destino permita descansar al hombre mal llamado vivo.

Consciente de ello, a pesar de la pena que intentaba desoír, seguí creyendo en Dios sin verle responsable, aún cuando mil dudas me oprimían inquieta, en busca de la armonía eterna, que seguía buscando.

Entonces Dios me bendijo con circunstancias límite a espuertas, sirviendo en mi propia mesa la injusticia.

No fue justo ser golpeada hasta partirme la nariz de recién casada. No eran justas sus amenazas, cuando queriendo hallar una salida abandonándole, juraba que jamás me iría con mis hijos de su país donde yo era extranjera. Ni era justo que mi hogar quedase tan lejos, (viajar en avión… imposible:  ahorrar era viable para mí)…Y aunque llegué a amar su patria de cielos eternamente grises, no olvidé el sol que reinaba en la mía…

¿Fue justo que mi hijo mayor, cuyo nombre escogí porque un Juan según la Biblia se quedaría siempre con los hombres que seguían a Jesús, muriese siendo un niño grande?¿ Lo fue el incendio que me dejó huérfana robándome el hogar que durante año y medio fue objeto de toda mi atención?¿Era justo nunca disponer de dinero para comprar algo sin mirar la peseta?

… O…¿ Sí lo era?

¿Cómo puede el hombre establecer qué y qué no es justo?

El tiempo me hizo adulta y en mi camino, una voz me tradujo y a otros mensajes siempre a mi alcance, que fui incapaz de descifrar sola. No fue menor el descubrimiento que llegó de su mano acerca de mi cerebro:

Repartido en sectores, como socios de diferentes clubs, mis neuronas aprendieron primero a dejar de usar el hemisferio derecho, y descubrí apoyada mi existencia sobre el izquierdo, que el mundo me había marcado a fuego de niña una información que convertía en buenas y justas unas acciones y en malas e injustas otras, mucho antes de que yo opinase…

Los opuestos, tan evidentes para un mayor, nos llegan cuando nuestro cerebro infantil no conoce divisiones aun, sueña más que ve, mientras aprende no sólo a andar, hablar y controlar sus esfínteres, sino a pensar que los mayores saben algo que uno, niño, ignora y venden como cierto.

Sobrepasados los 25 años, me pregunté que significaban una misteriosa afirmación de Jesús. Tal vez fue antes…
NIÉGATE A TI MISMO…

Ahora con tanta idea sobre lo correcto, lo adecuado, lo idóneo,  ideas que el mundo logró coser a mi alma, creyéndolas mías…, negarse era un enigma insoportable.

¿NEGARME? ¿A mí? De veras tenía que negarme a mi misma? ¿Y que era eso…?¿Qué era yo?¿ Qué era mi EGO?

Creces entre palabras de uso común y de algún modo crees que conoces su significado, pero son conceptos que yo no siempre comprendí. Y te paras en mitad de tu vida y te dices:

¿ Qué significan por ejemplo ACEPTAR, RESPETAR o EGO?

¿Qué conlleva «aceptar»? ¿Como se hace eso de «respetar» y el «ego»…¿Donde está? ¿Es un objeto o una realidad psíquica? Y si lo es… ¿De qué se compone?

Son términos que uno los da por comprendidos, pero una vocecita interior decía que no sé de qué se habla cuando se apela a la ACEPTACIÓN, al RESPETO o al EGO. Y entonces te propones comprenderlas. Suenan importantes… Así que como de puntillas las utilizas, sin saber lo que ahora sé.

Lo que yo llamo mi personalidad, y los demás mi EGO, es como un periodista, un reportero. Imaginad que le envía su redactor jefe a la Feria de Abril sevillana. En la primera caseta se mete y respira la alegría de los faralaes, de los finitos se endupa, y del jolgorio se contagia. Sin más retorna a su ciudad y hace su reportaje. Para él, ese conjunto de actos y acciones complejísimo que tienen lugar una vez al año en la Feria de Sevilla se restringe a la juerga, el baile y la bebida.

Y ahora podéis, si queréis comprender, que así procede nuestro cerebro siempre… Es posible, que todos los juicios hechos por los hombres de cerebro lavado por el mundo no tengan autoridad alguna para hablar de lo JUSTO o lo InJUSTO, para afirmar justicias basadas en el desconocimiento de lo que hay, porque como ese reportero, SÓLO conocemos la realidad tan parcialmente, que damos pena.

Hace poco fui consciente de lo falso de mis propios juicios.

Lo que sé de mi vida yo, como cada hombre, es simplemente la parte de un iceberg que sobresale del océano. El ser que soy es mayor, muchísimo más y una gran parte de él permanece oculta a mi conciencia. Negarse a uno mismo empezaba a cobrar sentido.

¿ No se trataría de validar la información del reportero y conocer de verdad lo que hay, TODO lo que hay?

¡Qué curioso que durante toda mi vida haya buscado tanta información y sólo me haya servido de una parte ínfima de lo que realmente se puede saber!

Seguramente ese Dios bueno mío forma parte de esas ideas preconcebidas que dí por buenas. Y con toda certeza si no me conformé y quise saber más, mi estado melancólico de a veces se deba a que intuía que ese Señor de barba blanca, no es sino una pobre imagen de lo que es.

Una noche supe sin dudas, que quería conocer toda la verdad y que allí, en la respuesta estaría Dios. En tanto, perdió la barba y su sexo se comenzó a desdibujar. Dios era también una madre, no solo un padre. Incluso…¿Por qué no? Podía ahora ser un ser neutro, ni varón, ni hembra…

Quien había despertado estas nuevas formas de ver la vida, preguntó:

-¿ Estáis ya saciados de la perspectiva que os brinda una vida infeliz?

Y yo como la mujer de Lot, sin volverme de sal por ello, miré el recorrido amargo aun de mi existencia. Miré atrás para saber si aun quería esa idea falsa de la vida o prefería mirar desde otras perspectivas.

Ví cuanto había amado, salvándolo del dolor y la pregunta ahora era:

-¿Por disfrutarlo de nuevo merece la pena quedarse en ese modo de vida ruinoso y triste de mi reportero interno y que además es un prestado modo de mirar la realidad?

Me sorprendió que aun habiendo tanto de injusto en mi devenir, mi respuesta no fue automática. Tal vez se agarra uno a un pájaro muerto, y no quiere ver ya que vuelan cientos, miles de aves, que quizá sería bueno soñar con alcanzar. El ave de mi mano hiede.

¿¿ ESTOY SACIADA DE MAL VIVIR LAS INJUSTICIAS DEL MUNDO??

Tanto padecimiento para que en este punto, uno dude aun. Corría 2015.

Aun necesité dos largos años para responder por fin.

¡¡¡SÍ!!! Ya vale. ESTOY SACIADA.

Más nadie deduzca de mis palabras que el mundo o la Tierra me cansan. ¡En absoluto!

El hombre es testarudo y parece utópico crear realidades diferentes, nuevas, porque repetir y repetir es lo nuestro. Aun cuando nada es igual a si mismo pasado tan sólo un segundo, el ser humano juega a conformarse con tan poco como el dinero lo es y se repite que si tuviera dinero…, todo cambiaría.

Pero cuando te atreves a ver desde perspectivas novedosas, AQUÍ, AHORA, dejando el tiempo fuera, sin mirar tus pies colocados en tu rutina, se empiezan a abrir nuevas vías.

No abandonaré esta vida, menos aun si algo o alguien de ella me buscase. Pero quiero hacer real ya otra VIDA para mí…, una existencia donde quepa la PAZ, la salud, donde el gozo y la alegría no cause envidia, una que ES POSIBLE y en la que POR FIN …SOY LIBRE, libre para amar, para unir y no dividir más.

No hay otra realidad nueva, ni subjetiva, ni objetiva mayor que ser LIBRE, libre para AMAR.

Amar por amar, a todos y a ninguno, al grande y al chico, al de cerca y al de lejos sea cual sea su status, su aspecto o su condición. Y tan sólo se tratará de aceptarle, que ya sé que consiste en que todas mis críticas no me impidan tratarle como me gustaría ser tratada.

Mi libertad no comenzaba después de todo en marcar una línea entre nosotros, sino en tomarte como eres. Y tu como yo, eres…MUCHO MÁS DE LO QUE VEMOS.

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