A diario recibimos noticias. Como las que venden son las que informan de lo que va mal, se explota esta necesidad de ocuparnos de lo que no funciona. Pero corremos el triste riesgo de hundirnos, creer que el mundo va pero que fatal. Y visto a pie de hormiga, es difícil creer otra cosa.
¡Hagamos un esfuerzo! La verdad no es sólo una. Depende desde donde mires y sí podemos elegir el punto de mira. SI. Hacerlo cambia todo, las impresiones descorazonadoras y el sentido del sufrimiento que creer todo caótico nos proporciona.
Sigo muy atenta la vida natural. La naturaleza no está contaminada de intenciones. ES y se produce aun a pesar de nuestra no siempre excelente relación con ella. Es como ir a la fuente del conocimiento. Cuenta cómo los animales y plantas resuelven problemas de mera supervivencia.
Hay una especie, que por encima de la lógica intención de sobrevivir…¡¡DISFRUTA!!
Dicen que cuando abandonamos el agua y nos construimos pulmones, unos cuantos de nosotros renunciaron a salir del mar. Hoy los llamamos DELFINES, un animal tan fuera de lo común, que quienes los estudian dicen que son casi humanos. Yo le quitaría el casi: Dan una lección de VIDA tan sorprendente, que viéndolos uno se cuestiona si no son ellos los que acertaron quedándose en el mar.
Actualmente disponemos de unos…, llamémosles DRONES acuáticos. Tienen formas de animal que los bichos conocen; filman escenas que de otro modo nunca serían reales, porque muestran cómo viven sin interactuar influyendo como lo hace el hombre buzo. Son cámaras con formas de tortuga, sepia, o bonito y les siguen por lugares, en situaciones que nunca antes se filmaron para que podamos VERLOS.
VERLOS.
Ver es más que mirar. Se reflexiona sobre los por qué de sus acciones, los para qué. Y cuando ves a un delfín coger flores marinas, regalárselas a su chica y como a ella se le pone la pancita rosa, como si tuviera un ataque de rubor que le pilla todo el cuerpo, sonríes. Cuando ves como protegen y defienden sus territorios y dos filas de machos se enfrentan, se te agarra el corazón y dices: Ahora habrá sangre… ¡¡Pues no!!
Se dan coletazos, se hieren la piel un poco, mas bien se hacen rasguños, pero no hay pérdidas. No es la «lucha a muerte» de otras especies.
Son sociales y muy sociables. No hay casi delfines abandonados. Y sus grupos siempre con un o una líder, se entremezclan frecuentemente creando nuevas alianzas o viejas que se refuerzan.
Les gusta saltar. Y quienes les dedican su tiempo, antes no entendían el por qué de esos saltos. Como a los tiburones, las mantas raya y otros de gran tamaño se les pegan rémoras, unos peces que se adhieren a su piel y van de paquete. Por lo visto al saltar les ahogan, pero al caer el golpe les suelta. Por eso no vemos delfines con rémoras. Sin embargo, ya libres de ellas, siguen saltando y parece que compiten por dar el mayor de los saltos.
No obstante, les gusta más que competir jugar y continúan saltando hasta que el sol se esconde. ¿¿POR QUÉ?? ¿Será que…
DISFRUTAN DE ESTAR VIVOS Y SER FELICES?
Tienen todo para serlo. Espacios ilimitados, compañía, libertad, comunicación, inteligencia…Y UNA CURIOSIDAD INFINITA. Son además quienes con sus burbujas retienen a las bandadas de sardinas y otras especies, que alimentan a ballenas, aves marinas, tiburones, bonitos…, por mencionar sólo algunos de los que se sirven de sus astutos planes para pescar.
Me asombra cómo sobreviven esos bichillos mas pequeños, cuando las grandes concentraciones parecen ser engullidas por tantos depredadores y se diría que desaparecen. Podría ser que:
…, como nacen en tales cantidades que ocupan kilómetros de costa, como rebaños de 10 o más kilómetros, usen su número para no ser engullidas o no sobreviviría la especie. Y lo hace cada año.
Pero …Si yo fuera sardina con un 99 % de posibilidades de desaparecer…¿Por qué iba a querer seguir haciendo lo de siempre? Desde hace milenios que el pez grande se come al chico. Las especies mutan. Tiene que existir una causa más fuerte, esencial, más elevada…, algo que dé sentido a seguir apuntándose siempre a ser el inferior, el oprimido..
Los oprimidos no nos tenemos por gran cosa. Los que siempre la pagan parecemos los tontos de la película eternamente. PERO… ¿¿¿ Y SI FUÉRAMOS LOS LISTOS???
Cada vez que una sardina es alimento de un pez mayor o un mamífero como el delfín, como individuo desaparece, pero como materia cambia de condición. Sus células alcanzan un cuerpo de ser superior a ella y dejan de ser sardina para ser ballena, tiburón o delfín.
Ser de abajo se transforma en ser de más arriba en la escala de la evolución. Para la especie es sólo uno menos. SON MILLONES. Para la sardina, su muerte se convierte en su elevación propia, como si alcanzase un Cielo…
Retorno al delfín.
Lo hago porque a despecho de lo que uno pueda creer, si los consideras por debajo del ser humano, viéndolos se diría que tienen motivos en sus vidas sino saciar su increíble curiosidad, mantenerse dinámicos con novedades constantes que ellos buscan sin freno, y DIVERTIRSE, DISFRUTAR.
Tienen familia, deben criarlos, ser madres de educados vástagos, que necesitan mucha dedicación y esfuerzo. Pero tienen fiestas, y se reúnen hasta en grupos de unos 3000 individuos de allá para cuando, para copular como locos…, y tienen su propio nombre en el idioma delfin. Sus «charlas» se entienden. Si comprendemos a un perro, a un delfín mucho mejor. Hay matices, tonos en su lenguaje y gruñen, gritan, ronronean…
Ellos, como nosotros, tienen tareas ineludibles.

No obstante parecen felices siempre…
¿Guardan algún secreto que se nos escapa?
¿Será que no construyen ciudades como las termitas o las hormigas y su pueblo es el océano?¿¿ Será que entre ellos el amor es libre, que son las hembras en grupo las que defienden las vidas de los peques?? ¿¿¿O será que saciar eternamente su enorme curiosidad y jugar es el centro de su existencia???
Es como para desear ser delfín… Todo el agua para moverte, el aire para saltar de gusto, el sexo para gozarlo, la mente para descubrir sin parar, amigos a mogollón, y el corazón feliz, feliz casi de continuo…
Sin embargo NO QUIERO SER DELFÍN.
Eso sí, tomo nota de que hay un modo de vivir SOLO PARA DISFRUTAR. Y me pregunto:
¿¿ALGUNA VEZ SERA NUESTRO ESFUERZO POR DISFRUTAR LO QUE NOS MUEVA Y NO EL DINERO??
El dinero, sabia forma de valorar nuestro esfuerzo justamente…. ¿Cuanto vale para mi? ¿Y una hora de mi tiempo? ¿Qué vale el producto de mi tarea contado en monedas por tiempo dedicado?
Hay acuerdos muy injustos en este terreno. Aún no entiendo que quienes limpian las alcantarillas sin gota de luz, con un hedor insufrible, responsables de que no se expandan enfermedades mortales y sean epidemias, valga menos que construir casas no siempre bellas y cargarse los bosques, o defender a un homicida que volverá a matar tras 12 años de inmejorable comportamiento en una cárcel. Debe ser lo del pez grande, que se come al que no parece importante.
La lotería es el sueño conocido de miles de personas. Qué casualidad que luego no parezca que son más felices que antes si la ganan…
Queridos hermanos de especie, creo que nos estamos equivocando.
Agua, aire, sexo, compañía, juegos sin fin, saciar la incansable curiosidad no lo compra el dinero… Pero hacen felices a los que las disfrutan. TODAS A NUESTRO ALCANCE. ¿Somos más tontos que un delfín?
Es un argumento simple, pero es que el hombre feliz del cuento NO TENÍA NI CAMISA… La buena vida está en hallar lo sencillo, lo que te hace disfrutar y no soltarlo, perseguirlo. Las obligaciones, la mayoría son las excusas que nos ponemos para seguir OPRIMIDOS. Y las que no lo son, tampoco son eternas. Habría que aprender a darnos el gustazo de hacer más lo que me gusta y menos lo que me hace quedar bien.