Isabel Gemio es otra.

isabel-gemio-hijos-1

En mi país hubo una presentadora, que aun este año ha presentado un programa: Isabel Gemio, que en su día era la reina de la pantalla. Aun es una excelente profesional. Pero…su apariencia es de mujer distante de lejos.

Su elección como persona fue ser madre adoptiva y pidió, hoy lo explicaba en una entrevista, un hijo sano, convencida de no soportar lo que admiraba: Mujeres que piden en adopción niños con problemas físicos o incluso psíquicos.

Pero la vida le dio uno que parecía norma, cuyo aspecto y análisis daban por sano. Tuvo la certeza de que tenía una distrofia muscular crónica y mortal a largo plazo, justo poco antes de nacer su bebé biológico. Ama a los dos exactamente igual y sólo ha lamentado mucho tiempo decía, que el enfermo quitó calidad a su maternidad con el segundo.

Yo la escuchaba, porque a mí me parecía inteligente y algo más que distante: Una diva…

Esta tarde he visto que simplemente es reservada, que protege su privacidad y nada más, porque no pude ser pose que se desviva por la fundación que ha creado para dar fondos a la investigación «contra» esa enfermedad.

Lo que si pudiera le diría es, que la enfermedad no es una anormalidad sino un camino que escogen grandes seres para que quienes los acompañamos de cerca al menos, sepamos salir del yo que solemos ser, para ser al menos «ese» familiar al que adoramos.

Ella lucha contra la enfermedad…¿Cuántas enfermedades hemos «vencido» y cuántas han surgido nuevas?

Ser enfermo crónico no es divertido claro, pero hay noticia de gente que no sólo vive normal, sino que se crece y da a los que padecen desequilibrios aparentes  muestra de una vitalidad que muchos «no enfermos» no tienen.

Un caso: Irene Villa, una niña de doce en el momento que opusieron una bomba lapa bajo el coche, de gente como ella «normal». Perdió ambas piernas, parte de la cara y algunas otras «cosas» hubo de reconstruírselas la medicina y ahora camina y va dando ánimo, porque dice que vivir sin perdonar amarga y resta capacidad de disfrutar.

irene

Si pudiera le diría a Isabel, que su hijo podrá «vencer con investigación» su enfermedad tal vez, él u otros con esa enfermedad. Eso sí en el futuro. Pero aparecerán otras…

¿No da esto qué pensar?

La cuestión esta en dos palabritas: LUCHAR Y CONTRA.

Si el ser humano descubriese que la vida va a nuestro favor siempre, que el individuo puede morir, pero no quien estaba ahí en ese cuerpecito, con esa personalidad…, entonces dejaríamos de luchar contra nada y concebiríamos un mundo afín, que con la enfermedad delata los desequilibrios psiquicos, que mediante hormonas y genes caducos generan conflictos en el cuerpo, cuando ya no sabemos resolver nuestros problemas de otro modo.

En realidad los «sanos» sólo lo estamos por poco rato. ¿Quién no sufre un catarro, una gripe u otros no considerados enfermedades serias? ¿Quien no se ha roto un hueso o sufre con la menstruación, o con un dolor de cabeza?

Los llamamos sanos porque sólo se medican puntualmente…¿Lo están? Un sabio dijo que la salud es un puente entre enfermedades…

Lo que nos hace conscientes de nosotros mismos y del mundo, que puede ampliarse hasta el infinito y más allá, y no es broma; ESO, que no depende de que uno se esfuerce o no, ESO, es común a toda la especie humana, (incluso actualmente la ciencia se cuestiona con los descubrimientos gracias a las tecnologías modernas, si es muy diferente del mundo animal), tiene un objetivo, un plan.

En Física Cuántica tiene un nombre: FACTOR Q.

Es algo así como un diseño. No es ser fatalista, o no creer que exista el azar. Sólo que TODAS LAS POSIBILIDADES DEL AZAR YA ESTÁN CONTEMPLADAS, porque no son infinitas. Uno puede escoger de entre tantísimas posibilidades y hacer real la que le guste o convenga más. Pero se establece un camino, una trayectoria,con cada elección que hacemos y dirige a unas consecuencias que a su vez son numerosísimas, pero no a otras.

Esto también tiene ya nombre. Se llama camino de fase.

El camino de fase del luchador tiene como consecuencia dolor, sufrimiento…, pues no va a favor, sino «en contra» de la vida.

Las enfermedades son resultado de nuestras ideas, actitudes y conductas. Hay un monótono tono en nosotros que engaña la mente y te hace ser sensible o insensible, por poner un caso, y favorece que veas las cosas a partir de ahí. Un pensamiento puede ser fugaz y no dejar huella. Pero algunos los agarramos con fuerza y entonces tienen consecuencias psíquicas y orgánicas, porque no existe lo mental y lo físico. SON UNA SOLA COSA. Una idea dañina produce emisiones de hormonas acordes al valor de tu pensamiento. El exceso de excitación (el estrés), causa en el cuerpo un derroche de entre otras adrenalina. Y si sigues con la idea estresante, un día algún órgano dará la voz de alarma en forma de dolor.

Se buscamo el estrés por diversión y no causa mal, pues se generan además otras hormonas y neurotransmisores como las endorfinas, que son el tesoro del que tiramos en dolores agudos. Aunque el estrés por cabreo, puede «enquistarse» y no habrá endorfinas suficientes. Tal derroche puede traducirse en cirrosis, sin probar el alcohol jamás. No es por un día, ni un mes. Pero sucede.

Uno creerá que es porque no hace suficiente ejercicio, come mal, u otras causas.  Nace en uno mismo y esta a la vista cuando de culpar de los problemas a lo de fuera y no a cómo reaccionamos a eso mismo.

Siempre hay dos opciones, como dice Irene Villa: Mantenerse odiando, y morirse poco a poco, o perdonar. Yo lo de «perdonar» lo cambiaría por reconocer que lo de fuera lo preparo yo inconscientemente para aprender y que hay gente muy buena que es mi cómplice y participa haciéndomelo ver. No veo qué perdonar, sino oportunidades para conocerme más y mejor…Lo cual ni es simple, ni fácil.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s