No sé cuántos piensan y dan tanta cancha a cuestionárselo todo como me sucede a mí.

Extraña que nos conformemos con lo que hay, que compartamos opiniones comunes tales como «lo mal que va el mundo». Es en apariencia real en otros mundos (el tercero por ejemplo). En el primero es de juzgado de guardia que despotriquemos tanto, cuando todos llevamos en un 4×4 a los niños al cole, tenemos fines de semana y vacaciones y un hogar estable donde comer y dormir cada noche.

Cuando se pusieron de moda los famosos «libros de auto-ayuda» alguno leí yo…Y los dejé en general por imposibles. Algo fallaba en la práctica por bello que fuera el discurso.  Nunca me ha gustado aceptar algo que no funciona.

Hay un dato cierto: NO ENTIENDO LA VIDA SIN DIOS.

Lo triste es que confesiones religiosas de variada índole hayan monopolizado a Dios. Ellos dicen saber… ¿Lo saben? Y mencionar sólo la palabrita DIOS, te coloca en un rango sospechoso.

Si supiese contar qué es DIOS, o quién, para mí y decirlo clarito…

Crecí en un mundo cristiano, católico y  costó lo mío y lo de un amigo salir de una esfera ahogante, siniestra, marcada por la culpa, el miedo y el inmerecimiento.

Creía en el todopoderoso de barba blanca…, muy alejado. Lo sabía todo, y encima te juzgaba al morir…¡¡Cielos!! ¿Y si su juicio era adverso? De serlo, te esperaba la condenación eterna nada menos… Con esas premisas, uno que es como es, cuando fallaba a ojos del famoso decálogo de Moisés, era reo del infierno.

Pero resulta que todo lo cuestiono,  y uno vive… Sin querer o queriendo observas que hay cosas que NO FUNCIONAN aunque otras sí.

Con una personalidad impulsiva y directa, una imaginación calenturienta y metiéndome en todos los charcos, mi vida no era tranquila. Añadamos una casi enfermiza necesidad de sinceridad, sobre todo conmigo misma:  la infelicidad estaba servida. Más… NO ME VA SUFRIR ETERNAMENTE.

Probé, como muchos, vías directas a mi entender de entonces. Por ejemplo: hacer mi personal cruzada del bien. Hasta que descubrí la física cuántica que cuenta cómo se genera la realidad:

Por cada partícula visible hay una que se inhibe, digámoslo así. Si uno de mis pensamientos provoca en mí una emoción (cualquier pensamiento mantenido lo hace), significa que mis neurotransmisores, que son partículas, aparecen para apoyan mis sensaciones y sentimientos. De modo que si creo «ser buena», hacerlo bien, nace al tiempo algo en mi de signo contrario de lo que conscientemente no tengo ni idea, pero pesará sobre mí inconscientemente.

Conocer esto me aterró. ¡No iba hacia el Cielo! ¡En la dirección opuesta estaba creándome una bajadita «mu mona» al infierno! Esto no es evidente. No por ello ejerce una fuerza menos determinante y crea malestar a espuertas, de cuyo origen uno esta «in albis».

Luego supe lo del Intérprete, es «yo» que procesa y dirige cuanta información poseemos y la trasmite a estima. Es decir: NO SABEMOS LO QUE REALMENTE CONOCEMOS, pues la información llega siempre preseleccionada inconscientemente desde nuestra propia mente. ¡¡HORROR!!

No obstante, esto podía quedarse en teoría, sino fuese porque pretendo ser veraz, y quería producir un mundo algo mejor…

¡Qué necedad! Encanece el pelo. Entonces queda patente que eres diminuta a escala mundial y que cambiar… Ni Gandhi, ni la madre Teresa de Calcuta, ni Vicente Ferrer, o tantos grandes que admiro han hecho otra cosa que remover el cocido. La composición e ingredientes del plato son hoy los de ayer y si nadie lo remedia, serán los de mañana. ¿Nos ha mejorado la constructiva acción de personas como ellos dedicados al prójimo plenamente?

Ni la civilización, ni la educación, han terminado con el dolor, las lágrimas o la crueldad: ni del individuo, ni de la especie humana. A penas nos barniza evitando que cuando alguien te hace una mala pasada, en vez de ir a cargártelo, que es lo que apetece, te contengas y no agredas más que a base de palabrotes.

Existe gente sonriente y acompañan tu llanto. ¿Serán extraterrestres «disfrazaos»? No lo creo.

Yo me acerqué mucho hace ya 30 años.  Me propuse asaetearle a preguntas. Me contó, no personalmente siempre, que es Dios y qué soy yo. No le creí sin más. Puse en marcha los mecanismos que defendía y…¡Oh sorpresa!: FUNCIONAN.

Por eso abrí este blog. Quiero comunicar mis certezas. Ojo: NO SON IDEAS. He practicado lo que expongo. Más aun: si alguno/a ha querido escucharme y lo practica, a ellos también les está funcionando. Por funcionar quiero decir que abandonan la despiadada crítica a lo de fuera, se escuchan a sí mismos, y confían en la vida. ¿ Qué ocurre aquí?

Fácil: ya no pretendemos cambiar el mundo. Nos dedicamos a cambiar formas caducas de pensar personales, no criticamos, sino que observamos para discernir y nada nos parece malo. ¡Ah! No sienta igual la actitud de buscar dentro que otras posibles, perfectamente respetables, que deprimen, te hunden y desesperan.

Hemos cambiado nuestra visión de los hechos y nuestras realidad. No aceptamos otro juez que los resultados obtenidos, si y sólo sí te hacen sentir en paz contigo.

Aseguro y de ello soy testimonio vivo, que sólo sufro el tiempo que tardo en aplicar mi voluntad y conocimiento a esclarecer qué me ocurre. Consulto con amigos…, reflexiono…, y si me causa malestar, no paro hasta entender dónde comprendí algo malamente.

Todo empieza en saber y sentir que TODOS SOMOS UNO, uno con múltiples formas de ser susceptibles de coordinarse, o en su defecto de sentirlas como si fueran gestadas

 

images (1)

 

 

dentro de mí. Ya no veo culpables, ni siento miedo y cada día me valoro más y mejor.

Y cuando duerma para siempre, no moriré. Cambiaré de forma de ser. Seguiré aquí, aunque nadie me vea… Y también habitaré otras dimensiones de la existencia.

 

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s