Tú también estarás recibiendo videos, audios, e informes que alertan, pero venden miedo. Confieso que como dispongo de tiempo he visto todo, leído todo, escuchado todo. Sin saber no puedo hacerme una composición de lugar y es facilísimo caer en la angustia.

Ayer, por ejemplo, me levanté con «mal cuerpo». Una sensación extraña en el estómago, una impresión general de «algo no va»… Miro hacia atrás. ¿Qué pasó anoche? Y sé juntan sensaciones poco gratas… Un familiar mayor se ha contagiado, un video tremendo leído antes de acostarme, y otro más, me plantea un montón de preguntas. El día es soleado. ¡Da igual! Toca resolver cuitas internas y hasta que no halle la paz es lo mismo que brille el astro rey o que ininitas nubes lo cubran.

Cuando esto me ocurre reflexiono. Sentí, al sumar los datos, que una élite despiadada planea reducir la población mundial y como una conflagración puede cargarse el planeta, van a hacerlo a poquitos. Parece que primero prohibieron un producto que posibilitaba aumentar la producción de cereales, no fuera a alimentarse la gente. Mejor las hambrunas. Después crearon drogas para que a través de los líderes de la juventud, los artistas, sus fans copiasen sus usos y la drogadicción barriera gran parte de la primera generación culta, que desconocía la guerra. Sucesivos virus, sospechosos de ser fabricados, se expandieron aquí y allá: SARS, ÉVOLA, etc. Apuntan que próximas vacunas no evitarán la muerte. Más bien la favorecerán. Y ahora el 5G debilitaría al ser humano hasta matarnos como a mosquitos.

Lo recopilado dice también que tal vez no consigan reducirnos, eso sí, vamos a estar en un gran hermano, porque el 5G instalado ya en la Tierra, permitirá saber dónde estás, qué haces, incluyendo tu hogar. Me dijeron: las vidas corrientes no interesan. No. Pero si estamos monotorizados y hacemos algo no permitido, algún resorte alertará de movimientos extraños.

Y para terminar el horror, se supone que estamos a punto de una catástrofe cósmica: o el sol va a romper la barrera electromagnética natural del planeta, o una serie de volcanes están anunciando que el núcleo terrestre pierde hierro… O un meteorito podría colisionar, o…, o…, o… Realmente, parece el fin del mundo.

Sin embargo lo que ha llegado es un control extraordinario, donde ni la prensa ni los medios son libres ni la libertad de expresión crece, más bien decrece, ni otros derechos, como viajar, moverte a tu antojo, o cuidar tú mismo de tu salud van a permitirse. Y callamos, aterrados por el omnipresente virus. Venga lejía, venga lavar ropa para matarlo y a todo esto…

¿Qué sabemos de cifras de fallecidos? NADA. ¿Sabéis cuántos morimos en un año corriente de gripe? Normalmente fallecen de 250.000 personas a 600.000 personas en el mundo. Ahora mismo, por lo alto, no llegamos a 300.000. En otras palabras: Si es por salud… ¿Por qué nunca antes los gobiernos de tantos países habían encerrado a su población?

Este virus mata. ¡Como todas las gripes lo hacen siempre!… y es una variante de la gripe.

Sucesivos gobiernos anteriores han ido recortando gastos. No en finanzas ni en armas. Sí en educación y sanidad. De pronto nos martillean el cerebro con el contagio. Ni radios, ni cadenas de televisión hablan de otra cosa. ¿Cómo no temer? Cuatrocientos muertos son muchos, claro que… ¿quién conocía la cantidad de gente que muere a diario hace un mes?

Este virus ha desolado a muchos que no despidieron a los suyos. ¿¿O… no es el virus la causa??

No usaré más lejía. Me pondré mascarilla sólo por evitar el rechazo. Pero he comprendido que el virus es la excusa para que en adelante en nombre de una salud que nunca les importó, nos manejen a su antojo. He perdido el miedo.