Y después, Dios me dijo:
Mírate, ¡cosa bonita! ¿Crees que me equivoqué contigo? No hay un ápice de ti que Yo no adore, incluso eso que pretendes erradicar de ti, creyendo que no está a mi altura.
Tu crees que lo divino es algo incomensurable, tan excelso que no hay cohete que pueda alcanzar tamaña distancia… Y ciertamente, mi divinidad es algo magnífico, gozoso…, inconmensurable…
Lo que ignoras es que tú eres Yo en estilo visible. ¡No todo Yo! Hay mucho de mi en ti que está en tu inconsciente, aparentemente, oculto. No es fácil manifestar lo infinito más que emanando universos, y aún así, jamás me acabo. ¡Soy infinito, ya sabes! Pero en ti he puesto la capacidad de sentir y darte cuenta de que lo no visible también eres tú, porque somos EL MISMO. ¡Siempre lo fuimos! ¡Nunca hemos dejado de serlo!
Y también ignoras, que cuanto te parece feo, rastrero, imperdonable, desesperante, perverso… ESO, también soy Yo. ¡Sé que no te lo dijeron! Sé que creciste creyendo que una parte de ti es nefasta. Sé, que perdonas antes a un jijahdista que a ti misma por ser común y corriente, por dejarte arrastrar al fango, por no ser todo lo valiente que esperas ser…
Pero mírate… Cada ser humano, cada uno de vosotros es uno de mis trajes y me produce inmensa ternura, pues cada cual intenta con lo que tiene dar lo que puede. Dan amor y no lo saben. Juegan a protegerse de no se sabe que dolor. Protegen su intimidad con uñas y dientes, pero luego se publican en instagram… Y tú, tú juegas a ser Jesucristo y te azotas cada vez que descubres que eres lo que eres, nada más pero nada menos y lloras cuando compruebas que hay algo más fuerte que tú, que te hace ser hoy cara y mañana cruz, ahora magnífica y luego mezquina. ¿Sabías que ese algo soy Yo?
No hay error en ti, ni lo hubo, ni lo habrá. Es perfecto que quieras ser Dios, sólo que no me conoces, pues soy también el despiadado león que abusa de su fuerza para comer, y el volcán que devasta hectáreas en unos días y la voz del corrupto y los actos del depravado. Soy tú, cuando me percibes y te extasía lo que crees ver de mí y llamas Cielo. Pero también soy tú cuando criticas, cuando callas cobardemente. Ambos mundos, que tu llamas del bien y el mal son mi SER y me expreso con ambos haciéndome visible.
Y no emanaste de mí y tuviste cuerpo y mente sólo para ser lo que ya eres, perfecta expresión de mi voluntad. Emanaste para recoger nuestros pedazos rotos, lo que nadie valora, lo que nadie quiere, eso que te hace creer que no eres digna de mí cuando lo experimentas en tus carnes.
No hay nada fuera de mí, ni hay nada que no me pertenezca o funcione solo. Cuando crees que tu conducta, tu actitud, tus pensamientos o tus sentimientos pertenecen al infierno, tienes razón, puesto que infierno es lo inferior y a por ello has venido al mundo, para que Yo me sienta y me reconozca en lo más bajo, eso que sólo unos pocos amaron. En verdad, serás tú quien así podrá amarse en cada faceta de la vida, pero no olvides que Tu y Yo…
SOMOS UNO.